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10 DE DICIEMBRE DEL 2019
Ajmi, de 10 años, no podía hablar ni escuchar. Adoptada por una familia musulmana que vive en el Medio Oriente, esta pequeña es el testimonio eficaz de los milagros de Jesús al ver la sanidad de su padre y el de ella, después de escuchar la enseñanza de su maestro cristiano, y de aceptar a Cristo como su único Sanador y Salvador.
Ajmi tenía solo 10 años cuando un maestro cristiano empezó a enseñar en la escuela especializada para niños sordomudos en Medio Oriente. Este fiel hombre iniciaba su clase con una oración. Sin el consentimiento de sus superiores, y tratando de mantenerse fuera de la vigilancia de las autoridades (todos musulmanes), se esforzaba por impartir el mensaje de Jesús a sus alumnos.
Prueba de su eficaz y peligrosa labor, Ajmi, al ver a su maestro orar todos los días, también hizo lo mismo. Mientras sus padres rezaban rituales islámicos, Ajmi oraba a Dios para que su familia conociera la verdad. Si bien su fe trajo enojo a sus padres, todo pasaría al ver los frutos de salvación en la vida de la pequeña.
El milagro de Jesús. Un día, el padre de Ajmi fue víctima de un terrible accidente. Después de buscar ayuda en la medicina, las mezquitas y a líderes musulmanes, la cura para sus heridas probablemente no existía; no hasta que Ajmi llegara con el mensaje de sanidad. “Papá, Jesús te puede sanar. Voy a orar por tu sanidad”, le dijo la pequeña usando el lenguaje de señas.
Después de la oración, lo increíble y esperado sucedió: La enfermedad de su padre ya no estaba y ella, siendo sordomuda, podía hablar. Después del milagro, los padres de Ajmi aceptaron a Jesús. En el mismo instante, los tres se arrodillaron ante el Señor, alabando y agradeciendo a Jesús.
Con la ayuda del maestro, la familia se acerco más a Jesús y luego fueron bautizados. Hoy, llevan el evangelio a los que necesiten usando la misma técnica del maestro: la oración llena de fe.
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