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09 DE SEPTIEMBRE DEL 2019
Más de 70 000 personas se encuentran sin hogar y al menos 44 han sido encontradas muertas en las islas Gran Bahama y Ábaco; lugares afectados por el huracán Dorian. A raíz del desastre, cientos de cristianos se han unido para ayudar a los damnificados.
Con el creciente número de muertos y los sobrevivientes que necesitan desesperadamente suministros y atención médica, numerosas organizaciones cristianas se unen para distribuir ayuda; entre ellas se encuentran las organizaciones cristianas como Convoy of Hope y Samaritan's Purse.
A pedido de la Organización Mundial de la Salud y del gobierno de las Bahamas, los cristianos voluntarios han creado un hospital de campaña de emergencia, llevando un equipo de especialistas médicos, incluidos doctores y enfermeras. El hospital de campaña también está equipado con una sala de obstetricia y una sala de operaciones.
Además de establecer un hospital, también han proporcionado materiales de refugio de emergencia, filtros de agua y dos unidades de filtración que convierten el agua salada en agua potable. Por su parte, el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, describió la destrucción causada por el huracán como una de las mayores crisis nacionales en la historia del país.
"El nivel de daño es tan intenso que es casi difícil conceptualizarlo", dijo Duane Sands, ministro de salud de las Bahamas, en una entrevista con The Wall Street Journal. Dorian es clasificada como una tormenta altamente peligrosa a medida que se mueve a través del Golfo de San Lorenzo.
"Las familias en las Bahamas están sufriendo y millones de personas se siguen preparando para el impacto de Dorian, pues la tormenta continúa moviéndose. Ante este desastre, los cristianos estamos enfocados en brindar ayuda no solo en oración, también material y físicamente", dijo Franklin Graham, presidente de una de las organizaciones cristianas.
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