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09 DE AGOSTO DEL 2017
Días hostiles viven los residentes del barrio de Abu Tor en Jerusalén, quienes viven constantemente entre el fuego cruzado entre radicales árabes y las autoridades judías. Solo la ayuda de Dios puede controlar los ataques que reciben los pobladores,especialmente para los niños que residen en la zona.
“Nuestros niños junto a otros pequeños del barrio se encontraban jugando en el tejado, cuando de repente un grupo de radicales árabes comenzaron a arrojar piedras a los menores, viendo esto los niños huyeron del lugar buscando refugio, llamamos a la policía que llegó con relativa rapidez y arrestó Los terroristas”. Señala Yeshaya Fuerman residente del barrio.
Según él, este no es un incidente inusual. "Casi todas las semanas hay lanzamientos de piedra o bombas incendiarias. Hace dos semanas lanzaron doce bombas incendiarias en nuestras casas. Es gracias a la rápida intervención de la policía judía que se pudo contrarrestar el ataque e identificar a los agresores. “La policía identificó a los árabes gracias a las cámaras de seguridad que sacaron de una de las casas", afirmó.
A pesar de los ataques hostiles, la gente judía permanece en dicho barrio, consideran una misión el vivir ahí. "Vivimos aquí en un barrio hostil, para ellos somos como una espina en la garganta, así que aquí hay una guerra constante", advierte Fuerman.
En el barrio hay árabes muy radicales, algunos se encuentran en las cárceles judías por atentados terroristas.
Yeshaya refiere: "Hemos estado viviendo aquí durante ocho años y en total hay seis familias, así que tenemos que ir a sinagogas lejanas o al Muro Occidental, y por supuesto vamos con un guardia de seguridad. Aquí hay guerra y como en cualquier otra guerra puede haber bajas, pero para nosotros es una misión, y no pensamos rendirnos”.
Fuente: sraelnationalnews
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